viernes, 31 de diciembre de 2010

Amanecer parte 4

Mangetsu, la ciudad de plata, sus techos relucían con el sol como si fuesen espejos, la belleza incomparable de esta gran ciudad cautivaba a cualquiera que la mirase, su gente, conocida por su culto de alabar a la luna, era gente de mejor, no había cosa alguna que se le pudiera reclamar a ellos.
Pero como toda ciudad, esta tiene sus leyes, y aún así esta ciudad guarda muchos oscuros secretos, la gente tiene un alma, un alma que no muestra a ningún otro ser, pero que sin embargo, existe.
Es imposible conocer los secretos de esta ciudad extraña, la cual parece que Dios la vigila, pero no es así.

Sobre la ciudad, se encuentra un ser, que no es humano... un ángel.
Izumi volaba sobre la ciudad de Mangetsu, en esa espesa tarde anaranjada, las nubes doradas flotaban lentamente en el cielo, despreocupadas. ¿Las nubes temerán morir? ¿O son solo condensaciones de agua evaporada?
Izumi solo podía ver que la ciudad estaba completamente rodeada por un espeso bosque de coníferas, solo más adelante llegó a ver un claro, con una construcción en el centro, ¿un pueblo junto a la ciudad?, no, era más pequeño que eso, Izumi descendió con gracia y elegancia a aquel lugar, nadie pareció percatarse de su llegada, entonces hizo desaparecer sus alas y su halo, su figura, por más sublime que fuese, pasó desapercibida, hasta que un hombre, en traje gris el cual llevaba dos barras de color , con el cabello, ya canoso se acercó a ella.
-Disculpa...¿Quién eres?-
-Soy Izumi, ángel de la esperanza.-
-¿Ángel?...
Mientras que ese hombre se mantenía absorto en sus pensamientos, un joven de unos veintitantos años, también vestido de gris.
-¡Teniente! Nos atacan, el sargento primero Zaga se encuentra en la defensa, solicitó refuerzos.-
-¿Un ataque, en este tiempo? No es normal, concedo la solicitud de los refuerzos, por otra parte, debo escoltar a un civil que se filtró en el complejo.-
-A la orden!-
El joven se alejó corriendo, el teniente retomó la plática con Izumi mientras caminaba hacia un vehículo.
-Escúcheme, no se como llegó aquí, pero debo llevarla lejos, a la ciudad, ahí estará a salvo, por favor entre en el coche.-
Así lo hizo Izumi, al poco tiempo el hombre le alcanzó un arma, una pistola alargada de barril, con cargador para diez balas.
-¿Sabe como usar esto?-
-Si...al menos supiera lo que es...-
-Escúcheme, parece que las barreras en el camino, también las están atacando, por lo tanto, si nos llegamos a encontrar con algún enemigo, no dude en apuntale y jalar el gatillo de esta arma.-
-Ahhh...Ya voy entendiendo.-

Ellos dos salieron del reten en el vehículo con la ciudad de Mangetsu como su destino, sin embargo, no lograron alcanzar la ciudad, y fueron frenados por el enemigo, Izumi nunca había visto seres como estos, no eran como los humanos, tenían formas aleatorias, y cuerpos metálicos, estos enseguida comenzaron a atacarles a ellos dos, al parecer no había nadie en el área, ningún humano al menos.
-Maldición, son acorazados, es imposible destruirlos sin un cañón de ballistika, y la especialista ha caido.-
(Para que no haya duda, debo mencionar que un cañón de Ballistika, es un arma muy poderosa, con forma de un cuerpo humano, se utiliza como una armadura enorme, (la cual realmente no protege mucho) , y lleva un cañón de municiónes de 20 cm, esta arma es el orgullo de la armada, y tiene una procedencia, de lo que vendría siendo Alemania (recuerden que este mundo difiere bastante a la Tierra que conocemos) , sin embargo, solo unas pocas personas pueden usarlo, solo aquellos que son entrenados, y poseen una energía específica compatible con esta arma pueden usarla, para el contexto de esta historia, diré que se sabe muy poco cómo se obtiene esta energía, ya que los que la poseen son gente elegida aleatoriamente, el dato más acertado es que mas o menos, por cada nueve mujeres que lo pueden usar, solo un hombre puede, otro dato que se tiene es el raro hecho de que cuando alguien hace uso de su energía, aparecerán en la persona rasgos de algún animal, o sufrirá deformaciones en el cuerpo, pero estos rasgos desaparecerán cuando se deje de usar la energía, a este cambio se le conoce como forma espiritual.)

Izumi no sabía que hacer, el miedo la tenía paralizada, apenas pudo voltear cuando un disparo enemigo (que tienen forma de de haz de luz) la alcanzó justo por el frente en su pecho, Izumi voló por los aires y cayó al suelo, desangrándose, tirada en el suelo, moribunda, pudo oír una voz.
-Izumi, vence ese miedo, levántate y pelea, o si no, morirás, tu puedes hacerlo.-
Ella enseguida supo que se trataba de Dios, que la quería y la protegía. Ella se levantó, caminó y subió al cañón de Ballistika, tan pronto como estuvo en el, notó como la energía del arma entraba en su cuerpo, de pronto sus alas y halo, volvieron a estar presentes, Izumi gritó tan fuerte como pudo y consiguió disparar y acertar a un enemigo, cuando disparó pudo sentir como si el alma le fuese desgarrada y arrancada de su cuerpo, le causó tal dolor que no pudo parar de llorar y gritar, y cuando el enemigo al que le acertó el tiro murió, ella también pudo sentir ese dolor.
Ella terminó de rodillas y encorvada, en el cañón, cubriéndose la cabeza con las manos, llorando y gritando de dolor, pero al menos había conseguido evitar morir en esos momentos, pero si no hacía algo rápido, moriría desangrada.

No pasó mucho tiempo, hasta que refuerzos llegaron, unas cuatro chicas mas estaban montadas en cañones de Ballistika y acabaron con la amenaza, Izumi ya se encontraba inconsciente.
Cuando Izumi despertó se encontraba en una cama de un hospital, no había nada en la habitación, salvo... una joven, sentada a su derecha, una chica muy linda, con un cabello lacio que le llegaba hasta los tobillos, de color negro con un rayo rojo infierno, con la piel blanquísima , unos ojos color verde esmeralda, brillantes, y con una mirada única, llevaba ropa de hombre, negra también, su voz era suave y dulce, como si demostrara inocencia, pero tal cosa como la inocencia en esa chica, no existía, parecía que hablases con una chica de la edad de ir a un colegio.
-Buenos días, estás en el hospital de la ciudad de Mangetsu, al perecer lograste usar un cañón de Ballistika, y creo que fué tu primera vez, sin un entrenamiento previo, usar uno es como tratar de cometer suicidio, sientes un dolor insoportable.-
Izumi no dijo nada.
-Ahh, lo siento, creo que hablé demasiado, en fin, mi nombre es Yukihana, significa "la rosa de nieve", soy General de División en la armada y especialista en Ballistika, cuando subo al cañón mi cabello se vuelve blanco y me salen unas orejas de lobo.-
-No entiendo...-
-La razón de que te diga todo esto, es porque me interesas, nunca he sabido de alguien que pueda disparár un cañon de Ballistika sin entrenamiento y a la primera vez. Además, me intriga mucho el hecho de que tu forma espiritual fuese un ángel.-
-Pero yo soy...
-Estoy segura de que pasarán muchas cosas de ahora en adelante.-

AMANECER: FIN

jueves, 30 de septiembre de 2010

Amanecer parte 3

Desperté, con algunos rayos de sol sobre mi rostro, mi menano estaba envuelta con una venda.
Desenvolví la venda de mi mano, esta estaba sana, no lo comprendía, yo sanaba rápido, pero esto era mucho. La venda tenía medicina disuelta en ella.
Me levanté con mucho cuidado para no despertar a mi hermano, subí al techo y miré el cielo azul y despejado, este es un lugar al que nos gusta venir con mi hermano...mi hermano...
Mi mirada se ensombreció, mi respiración se detuvo, mi corazón comenzó a latir muy aprisa. Tosí, no podía respirar, me agarraba el pecho peleando por aire y grité.

-¡No!-
Corrí de regreso a mi habitación mientras los recuerdos de la noche anterior regresaban a mi mente. porfin llegué al cuarto, pero no había nadie, la cama de mi hermano seguía tendida igual que la noche anteriór. Quise romper en llanto, pero me contuve, eso ya lo había hecho y solo me causó más dolor. Bajé por las escaleras.
-¡Mio!-
-Vaya, por fin te levantas, a eso le llamo yo dormir.-
-¿Dormir? Cómo puedo dormir sabiendo lo que le pasó a mi hermano.-
-Dímelo tú, dormiste casi tres días.-
No podía creerlo, pero los recientes eventos de estos últimos días me hicieron darme cuenta de que nosotros, los demonios, no pertenecemos a este lugar. Y por culpa de mi necedad de quedarnos, mi hermano está muerto. Sabiendo esto sé que no me puedo quedar más tiempo en este lugar, debo irme lejos, pero nó me iré sin vengar a mi hermano. Los hombres lo asesinaros porque creen que nosotros somos su destrucción. Pues si eso creen de mí, entonces lo seré.
-Escucha, yo también me siento mal por lo que ocurrió, pero no...
-No te creo, tu no has llorado como yo por él. Tú no sientes mi dolor, todo este sufrimiento en mí, y...
-Ahora escúchame bién, sentir dolor es inevitable, sufrir es opcional.-
-Pero me siento terrible, no puedo borrar un sufrimiento así tan simplemente.-
-Para dejar de sufrir, hay que dejar ir aquello que nos lastima. Es por eso que yo lamenté su muerte, pero no sufro por ello, ya que sé que gracias a él, nuevas cosas van a pasar, la muerte, así como la vida son cosas inevitables, y son parte del flujo del tiempo. Porque, nada es para siempre, la vida continúa. Hay que aprender a seguir, sin que las ataduras de nuestro pasado nos retengan. Debes seguir adelante.
-Gracias, Mio. Seguiré con mi camino.-
-Solo prométeme una cosa... prométeme que volverás.-
-Lo prometo, Mio. Y gracias, por todo.-
-Antes de que te vayas, respóndeme algo. ¿Cuando yo muera, cómo seré juzgada? ¿Iré al cielo o al infierno? ¿Se decidirá por que tanto quiero o creo en Dios?-
-No lo sé, cuando los demonios mueren, regresan al infierno, pero demonios como mi hermano y yo, a diferencia de ellos , nosotros al morir nos convertimos en energía, desaparecemos, dejamos de existir, y serémos la energía que el mundo usará para detener al cielo y al infierno de tomar el control total, es por nosotros que existe el equilibrio entre cielo e infierno. Nó se como seremos juzgados, pero prometo esto...cuando vuelva, tendré esa respuesta.-

sábado, 28 de agosto de 2010

Amanecer parte 2

A diferencia de ella, el alguna vez tuvo alguien por quien vivir, el lo protegió incluso con su propia vida, pero al final todo su esfuerzo fue en vano. Aquel a quien el había protegido tanto, ya no estaba, se había ido, había cruzado la línea, dejándolo solo, vagando por los mundos, para el, el infierno había sido un hogar, pero era aun peor el hecho de haber perdido a quien el tanto protegió.

-Estos días ya no tengo donde ir, a donde sea que vaya la gente me sigue odiando, cada etnia a su manera. Pero, aun así no debo interferir, todos ellos morirán algun día, lo quieran o no. Yo solía vivir para proteger a alguien...

Desde pequeño, el había vivido con su hermano, al principio ellos estaban solos, lejos de alguna civilización, perdidos a propósito en un claro junto a un lago. Pero eso no duró mucho, eventualmente la gente llegó hasta ellos, y los persiguió. Ellos eran dos almas inocentes, que nunca había hecho daño alguno, pero aún así la gente los odiaba... por el simple hecho de ser diferentes a ellos. Viviendo juntos aprendieron a esconderse entre la sociedad, a parecer como cualquier otra persona... y la gente dejó de buscarlos. Pero las sospechas volvieron, y defendiendo a su hermano el tuvo que revelar su identidad, los hombres no creían lo que veían, en poco tiempo, el fue considerado una amenaza, y eventualmente fue perseguido. Una tarde con un cielo teñido de un rojo intenso...
-(Lo recuerdo bien, estábamos regresando a casa, una muy amable chica nos había adoptado, no legalmente, pero nos permitía vivir con ella, eramos como familia, al fin habíamos conseguido calmar la situación, pero las sospechas nunca desaparecen.)
-Hermano, creo que me he olvidado algo, regresaré por el y te veo al rato en casa, vale?
-¿No quieres que te acompañe?
-No, no, gracias, estoy bien.
Se alejó corriendo y yo me fui a casa...
-¡Oye, Demon, despierta!
Me senté sobre la cama, la mitad de mi seguía durmiendo.
-¿Que quieres? Y ya te dije que no me digas Demon.
-Pero Demon es mucho más bonito que tu nombre, y mas corto. Ademas,¿que no eres un demonio?
-¿Y que si lo soy?
La habitación estaba en penumbras, solo un poco de luz llegaba desde afuera.
-Está muy oscuro,¿que hora es?
Extendí mis brazos para saber donde estaba ella, y no chocar si me levantaba...
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Si claro. ¿Que es?
-¿Porque?, ¿Porque no usas ropa interior? ¿Es que no tienes sentido de la decencia?
-Vamos, ya hemos pasado por esto muchas veces, yo duermo así. ¿Y que tiene de malo si estamos entre hermanos?
-Mio, lo pervertido nadie te lo puede quitar.
-¡Oye!...Ahora no es momento de pelear.
-¿Que pasa?
-No se donde está tu hermano, no está en la casa, y no lo veo por las ventanas, quiero que salgas y trates de encontrarlo, por favor.
Así hice, salí de casa y me adentré en la aldea, no vivimos en la gran ciudad, pero en una pequeña aldea al este. En la calle principal pude ver luces, y había un ruido muy fuerte. Decidí acercarme.
-¿Que es lo que pasa?
-Este no es lugar para civiles, así que date la vuelta y márchate, tu..., eres tu, lo siento, por favor ven.
Esto era extraño, nunca la policía me había pedido ir a una escena. Mi vista estaba completamente nublada, las luces de las patrullas y la ambulancias me tenían cegado, y la preocupación por mi hermano no me dejaba pensar. En el momento en que las luces se disiparon, y pude ver lo que sucedía, me quedé paralizado, no me podía mover, quería correr, olvidar lo que acababa de ver y recomenzar la búsqueda de mi hermano, pero eso ya no serviría de nada, porque no solo lo había encontrado ya, sino que el ya no podría volver a casa...nunca. Mi sangre corría mucho mas deprisa, sudor frío recorría mi cuerpo, me sentí atrapado e inmóvil por horas, aunque solo pasaron pocos segundos.
-Señor, vuelve en sí, dese prisa y venga. Dijo de repente uno de los médicos.
Volví en mí.
-... ... ... ... ...
-¿Qué está diciendo?
-Solo tu nombre.
Me acerqué a el, seguía en el suelo, sobre una camilla, era muy peligroso moverlo en ese estado, crucé las líneas de advertencia y me arrodillé frente a él, puse mis manos en sus mejillas, me acerqué a el.
-Háblame.
-Her..no, somos des..rto..es, yo...yo, q..ria ver a .... en v..rd..d que..ia.
Solo con decirlo hizo que me acordara... cuando un demonio deserta, como nosotros,que fuimos abandonados, y no volvimos, a diferencia de un demonio normal que al morir regresa al infierno, los desertores, desaparecen... dicen que nos convertimos en energía para el mundo, y que eso es lo que causa su destrucción.
No podía..., tomé un pedazo de cristal roto del suelo y lo apreté con una mano, cortándome en la palma, la sangre comenzó a brotar segundos después, le acaricié su mejilla derecha, manchándola, le recogí el cabello de la frente y con un beso en su frente, me despedí.
Me levanté del suelo, con la cabeza baja y caminé de regreso, cada persona que estaba ahí me dijo que lo lamentaba mucho, que era algo muy triste, pero no importaba que dijeran, ellos lo mataron, los humanos, lo mataron.
-Oye, Mi...
Lo Agarré del cuello y lo estrellé contra un costado de su coche, aún agarrándolo le pregunté...
-Dime, ¿quién lo mató?
-No lo sabemos, no tenemos siquiera una idea, así que suéltame!
Lo solté y me fui a casa.
-Oh vaya, estas de vuelta.
-No. No lo estoy, una parte de mí sigue allá fuera, yace muerta en el suelo...así como él. Comencé a llorar. Ella me tomó entre sus brazos puso mi cara entre sus pechos, siempre que me sentía mal me abrazaba fuerte, pero esto nunca lo había hecho.
-Toda mi vida, lo he protegido... pero...pero, aun así, el..el...el, ya, no está.
La sangre en mi mano se escurría por su espalda hasta sus pies, pero a ella parecía no importarle. En poco tiempo caí rendido, no podía aguantar mas y caí dormido sobre ella...

viernes, 30 de julio de 2010

Amanecer

Aquella mañana el sol saliendo por el horizonte, la noche cediendo terreno, el sol llenando la oscuridad que domina el lugar con su tenue y brillante luz. Aquellos quienes con la luna dormían plácidamente, ahora con el sol les espera un nuevo amanecer.

Sin embargo,no todos los que se encuentran en este mundo pueden dormir tranquilamente por las noches, desde las sombras hay seres quienes viven acechando, esperando pacientemente la oportunidad de atacar sin piedad a su objetivo, a aquel quien ha destrozado los sueños de estos seres.

"La naturaleza del humano es ser cruel, uno debe tener cuidado de ellos, pero nunca temerles, los humanos tienen miedo de todo lo que no es como ellos, de todo lo que es diferente de lo que conocen, pero ellos no se esconden de lo que le temen, no, ellos esconden su temor con odio y dolor, destruyendo todo lo que para ellos no es normal.
No debes temerles, no debes dejar que te vean como algo extraño, los humanos son capaces de todo, ellos tienen una increíblemente amplia gamma de emociones que la mayoría no puede controlar, lamentablemente ellos pueden definir el amor y el odio, pero todo eso lo convierten en guerras y destrucción, cuídate."

"Una civilización violenta y hostil como los humanos se destruirá a si misma y a lo que le rodea a medida que sus descubrimientos y tecnología avancen, mantenlo en mente."

-Estas frases son parte de los recuerdos que me quedan de el, pero jamás volveré a oír su voz, o ver su rostro, no, el ya no está aquí, ya no mas, debo enfrentarme al mundo en su ausencia, a este... extraño mundo.



Una mañana como cualquier otra, brillante y llena de alegría con calma y sin mucha emoción.
-Un día mas en el paraíso, esto llega a ser muy aburrido, pero que puede hacer alguien como yo? desearía poder viajar a ese lugar del que tanto hablan los recién llegados, de donde dicen que vienen, ese lugar está lleno de acción y romances y tanta gente...el solo pensar ir allá me genera muchas preguntas. todo en ese lugar parece ser hermoso, pero...¿Nunca pasa algo malo?¿por qué es que las personas de ese lugar llegan a estas tierras?Y¿por qué es que si mueren solo siguen viviendo aquí?.

Se levantó de su cama, gotas de sudor frío recorrían su cuerpo, ella se limitó a bostezar y caminó hacia una pequeña cocina iluminada por algunos rayos de luz que se filtraban a través de su cortina, ella buscó algo que pudiese comer, pero solo encontró lo mismo que era obligada a desayunar todas las mañanas.
-Apuesto a que Dios come mucho mejor que yo.
Decidió darse el lujo de servirse la simpleza de un café en una taza, aunque solo le dio un par de tragos.No parecía importarle estar desnuda, aún con el frío de las mañanas, así que decidió darse un baño y vestirse para salir.
Esa mañana no era especial, era una mañana como cualquier mañana en el cielo; apacible, tranquilo, y sin emoción alguna. Aunque pronto, la tranquilidad se vería afectada por ciertos factores...a veces comunes...

-Ya te lo he dicho muchas veces, quiero ir a la tierra soñada, a ese lugar mágico del que he oído hablar tanto a los recién llegados.
La vida de Izumi era demasiado simple, muy monótona y repetitiva. como ella siempre estaba aburrida se inventaba formas de pasar el tiempo, ya fuese el hacer algún desastre para acabar siendo perseguida y divertirse escapando, o simplemente viajar lo más lejos que pudiera. Su sueño siempre ha sido el viajar a la tierra soñada, ese lugar a donde no se le permitía ir a seres como ella, en varias ocasiones Izumi ha tratado de escapar a la tierra soñada, pero siempre la atrapan en esos viajes.
-Te haré una pregunta muy simple...¿Por que quieres ir a la Tierra?
-Como ya dije, siempre ha sido mi sueño viajar a ese lugar, no hay forma alguna de que pueda?
-¿Y por que debemos dejarte ir?¿cuales son tus intenciones?¿que es lo que tú podrías hacer allí?
-Gabriel, esto es algo que de verdad necesito hacer. Por favor entiéndelo.
Por supuesto, si Izumi ya no estaba, no podría causar mas desastres.
-Me gustaría que tu ya no estuvieras aquí, si por mi fuera tu ya te habrías ido hace mucho...pero la decisión no recae en mi, sino en nuestro señor, es con el con quien deberías hablar, pero que tu puedas llegar a el es algo imposible.
-¿Por que imposible? puedo llegar con el por la fuerza, el es inmortal, no tiene por que temer, es por eso que nadie lo protege y nos protege a todos.
Dio la vuelta y se marchó apresuradamente con Dios.
-Por favor escucha mis plegarias señor, para mí lo inalcanzable es mi tierra soñada y ahí es a donde deseo ir, pido yo tu ayuda para alcanzar mi sueño.
-Izumi, tu tienes el alma mas joven e ingenua que conozco entre los ángeles, tu desconoces por completo los pecados y el comportamiento de aquellos que viven en la Tierra, y no pued....
-Entonces lo aprenderé todo cuando vaya a la Tierra.
-Izumi, ángel de la esperanza y la belleza, eres persistente, fuerte y dura como cualquier mujer respetable, te encomendaré en una misión; vivirás y descubrirás las emociones de los humanos, debes convivir con ellos, aprender de ellos, enseñarles lo que es la paz, que se den cuenta de que la guerra no soluciona nada. Vivirás entre ellos, hasta que te convoque.

Y así fue como al final Izumi pudo descender a la tierra, teniendo consigo no mas que su vestido que se puso en la mañana y un arco de energía que se les entrega a los ángeles al ir a La Tierra.

Entre los ángeles es muy común la convivencia, con la excepción de Izumi, en los cielos, los ángeles la envidiaban, nunca nadie se acercaba a ella ni le hablaban, ella únicamente llegó a conocer a dos personas; el arcángel Gabriel, y Dios. Tal vez en la Tierra ella podría hacerse amiga de alguien, o quien sabe, quizá ser mas que amigos, pero para eso faltaba mucho tiempo.

Saludos!

Hola a todos, esta es la primera de mis tres novelas que he escrito en papel, por lo tanto empezaré a escribirla por entradas en este blog.